sábado, 30 de octubre de 2010

Con dedicatoria especial

Para ti

Casi siempre sabes lo que la vida se lleva de ti, pero nunca sabes lo que te da con el paso de los años. A mí me ha quitado muchas cosas, pero me ha dado algo muy importante: a ti. Es verdad, que hace relativamente poco tiempo que nos conocemos pero una charla contigo merece mucho la pena, porque tienes eso que solamente tienen las buenas y grandes personas, y aunque la vida, dichosa vida esta nos separe, siempre sabré que te tengo ahí.

Tú, mujer andaluza de los pies a la cabeza, destacas con tu pelo moreno, con tu piel clara y tus ojos negros profundos, mujer flamenca y mujer guapa. La elegancia que luces por bandera no hace más que resaltar tus rasgos cordobeses, rasgos nacidos a la orilla del río de la provincia romana de la bética, y que tú, muchacha coqueta, resaltas con tu dulce presencia. Pero no te dio solo esos rasgos físicos, sino que también le inyectó a tu sangre ese beticismo, que sólo corre por las venas de unos pocos elegidos.

Un comentario tuyo es una risa asegurada. Endulzas  tu propia vida y la haces mas divertida para aquellos que te rodean. Aún recuerdo esos paseos taciturnos por la Alameda de Hércules con la luz de la primavera decayendo poco a poco, cuando cometíamos la locura de irnos andando desde la facultad a nuestras casas, donde me comentabas tus líos amorosos y tus locuras de fin de semana, esas locuras que todos más de algunas vez cometemos y que cometeremos en el futuro con toda probabilidad.

Pero como digo al principio, la vida te da y te quita, y aunque de momento no te ha quitado, sé que lo estas pasando mal y que lo seguirás estando, porque te conozco y sé que en el fondo de esa niña fuerte y segura que llega cada mañana a la Fcom se encuentra una niña dulce, que quiere mucho a su familia y que cuando le pasa algo a sus allegados prácticamente se consume. Ahora, alguien a quién adoras y quieres más que a tí misma, está jugando el partido de su vida y  aunque no se sabe aún como terminará, con la fuerza que tú le das, con tu amor y tu cariño, seguro que sale victoriosa y la tendrás a tu lado muchos años más.

En primero nos conocimos y en segundo cogimos confianza, esa confianza que permite hablar de cualquier tema y aunque tu pereza estudiantil haya hecho que estemos separados, siempre te tengo presente. Cuando miro a la izquierda siempre me sale una sonrisa, porque era donde te ponías cuando nos sentábamos juntos y se me viene a la mente muchas cosas. Si no existieras, habría que inventarte. Pequeña de estatura, enorme como compañera y gigante como persona. Aquí estaré siempre para lo que quieras.

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