sábado, 20 de noviembre de 2010

Finidi George, oro negro para la delantera del Betis

La entrada de hoy es cortita, pero intensa. Tenía pocos años cuando llegaste al club de mis amores."La gacela" te apodaban. Con tus goles, 38, hiciste vibrar los corazones de miles de béticos que iban a verte jugar cada fin de semana.Y en especial de uno, aquel que te lanzaba el sombrero para que te lo pusieras después de cada gol marcado. Desde siempre fuiste uno de mis jugadores favoritos. Incluso lucía orgulloso con apenas diez años una camiseta con tu cara por las calles de mi pueblo y más de una vez fui con ella por la zona de Nervión, allí donde tú con Alfonso, Jarni, el gran Olías y compañía le endosaron un 0-3 al Sevilla un día de Reyes del año 96. "No ha llovido  desde entonces."

Finidi George con su sombrero para las celebraciones
Grité como nunca he gritado un gol cuando batiste a Vitor Baia en la final de Copa del 96 en el Bernabeu y ponías el trofeo al alcance de los más de 70000 béticos que fueron a Madrid aquella noche, hasta que otro grande, Juan Antonio Pizzi, conectó ese cabezazo con el tiempo casi cumplido. También celebré tu gol ante el Chelsea en Stanford Bridge en la Recopa del año 97 cuando el conjunto de las Trece Barras era el único que paseaba el nombre de Sevilla y Andalucía por Europa. No sirvió para mucho, pues el Betis sucumbió ante el poderío de los hermanos Flo, pero ese recuerdo ahí queda.


Potencia, rapidez, pegada pero sobretodo calidad mucha calidad tanto humana como futbolística. Viviste momentos muy buenos, otros buenos, actuaciones estelares como el Hat-Trick ante el Atlético de Madrid y algunos malos, como el descenso del año 2000. Año en el que te fuiste del glorioso. Y ahora, diez años después vuelves a tu casa como director del departamento de fútbol internacional de nuestro Betis. Los grandes de nuestra historia deberían estar con nosotros. Tú ya estas. Que venga el próximo.


                                              

viernes, 12 de noviembre de 2010

Sueño cumplido

Once de julio de 2010, 22:45 horas (más o menos). Andrés Iniesta, de fuerte derechazo, bate a Stekelemburg y coloca el 0-1 en el marcador del Soccer City Stadium de Johannesburgo. Tres minutos después, España ganaría su primer mundial y en 20 más, Iker Casillas, el CAPITÁN, el Santo, alzaría al cielo sudafricano una copita pequeña, poco común pero dorada y brillante como ninguna otra: la Copa del Mundo. Desde entonces y después de algunas celebraciones y cambios de trofeo varios, la Copa está haciendo un recorrido por todo el país para que la gente la pueda "tocar y fotografiarse con ella" (en Sevilla, el concepto tocar parece que no está muy bien explicado). Ayer me llegó el turno a mí, fueron 15 segundos que jamás olvidaré. 15 segundos en los que me convertí en la única persona en el Mundo que tenía a su lado la Copa del Mundo.

¿Y dónde ocurrió todo esto? Pues en Triana, en su artería principal, la calle San Jacinto, lugar en el que se encuentra la sede de su distrito y la Tenencia de Alcaldía del Ayuntamiento de Sevilla. Cargado con mochila de estudiante y reflex al hombro, a las 10:25 de la mañana llegué a la parada del Bus en la que había quedado con el gran Manu Morales, amigo y compañero de la FCom, todo un personaje, pero de los buenos, de los que hay que conocer. Juntos, con mi Sony y su Olympus, nos encaminamos hacia el sitio donde nos esperaba ella. La llegada a San Jacinto, y no encontrarnos con una cola hasta el Hospital Infantil de esa calle, nos dio un poco de esperanza para que la espera no fuera muy duradera. Sin embargo, conforme avenzabas la calle y veías en el horizonte el gentío que se agolpaba en la puerta del edificio, sabías que aquello iba para largo. Andabas dejando atrás todo lo que te salía a tu paso, incluso a la mismísima Virgen de la Estrella, blanca e imponente como siempre, pero que esta vez,  no era nuestro centro de interés.

Cuatro calles de vallas, gente nerviosa, leyendo, estudiando y conversaciones de todo tipo: "¿Has visto el pase de Di María a Cristiano ayer?", "No"; "Vaya tela el Betis, en Segunda y eliminando equipos de primera"; "El Sevilla parece que vuelve a tener una cantera fuerte, ¿no?". Y más gente llegando. La cola avanzaba lentamente, pero decidida hacia la meta. Un cámara de Giralda Tv, revoluciona a la gente. Probablemente, el share de esta cadena ayer creció en un número importante. Ya está más cerca. Se enfila la última calle, no hay vuelta atrás, esta ahí, la sientes, notas su presencia. La gente sale feliz y contenta de dentro."Quiero que me toque ya, no puedo esperarme más". Cuatro personas entran, avanzas un poco. Quedan tres metros y trece personas por delante. Otras cuatro, no queda nada, ya estás casi en la puerta. "Que salga rápido la gente, por favor". Tres más. Dos turnos  y entras. Eternos minutos que no avanzan. Intercambio de cámaras. "Haz las fotos bien". "Igualmente". Entran tres más, el próximo eres tú. Sólo un guardia de seguridad te separa. Y las palabras mágicas: "Venga, pasad". El momento que llevas esperando tras dos horas de cola se acerca. Subes una rampa, coges un folleto y entras. Allí está. Delante de ti. Sencillamente espectacular. Te gustaría pasar una vida eterna a su lado. No despegarte de ella nunca, dormir con ella. Solo te puedes conformar con unas fotos. Unas fotos que para siempre guardarás y enseñarás a tus nietos, cuando tus fuerzas ya empiecen a flaquear y el bastón sea un acompañante más.

Lo malo de todo esto, mejor ni mencionarlo. Sólo me quedo con lo bueno, solamente con ella.

martes, 9 de noviembre de 2010

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No he abandonado el blog. Ante los constantes comentario acerca de porqué no escribo en el blog desde hace tiempo, solo decir que sufro de eso que todos los escritores padecen alguna vez: ausencias de ideas y ademas, falta de tiempo por cuestiones universitarias. Prometo escribir algo este fin de semana.

MJBM